Una descoordinación en defensa permitió el único grito de la noche (lamentablemente no fue del equipo peruano), que se hizo sentir por un centenar de hinchas verdolagas, quienes dejaron de lado cualquier deber y acompañaron fielmente al elenco de Óscar Quintabani en su estreno en esta nueva expedición internacional.

Atlético Nacional ganó en Lima y la verdad que el marcador pudo ser peor, de no ser por el gran nivel que atraviesa José Carvallo. Sin duda, fue un duro golpe el que recibió el conjunto de Julio Carlos Gómez, que lo deja al borde del K.O. en la Sudamericana, un torneo que no le viene bien a los cremas, pues hasta el momento, nunca han podido pasar a la segunda fase del certamen.
Las matemáticas vuelven a salir a flote en el Perú, y los más optimistas hinchas merengues creen en una victoria en el Atanasio Girardot de Medellín, algo que parece inaccesible si es que nos guiamos por lo visto anoche, ya que, lamentablemente, no es lo mismo anular a Sergio Ibarra o Roberto Silva que a Víctor Hugo Aristizábal o Sergio Galván Rey, ni es igual destacar burlando la marca de José Corcuera o Sergio Ubillús, que la de José Amaya o Iván Hurtado (con el respeto que todos los mencionados me merecen).
Lo cierto es que el balompié nacional sumó una nueva derrota a nivel internacional, y la verdad, sí duele, y cada vez más... ¿o me equivoco, amigo lector?
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