miércoles, diciembre 12, 2007

El tamaño, ¿también importa?

Desde pequeños, siempre nos explicaron las diferencias entre equipos "grandes" y "chicos". Los primeros, son los que tienen mayores hinchadas, más poder adquisitivo (dólares, aunque ahora muchos en Sudamerica ya hablen de euros), mejores jugadores (o más costosos y de renombre), más títulos, y siempre pelean los campeonatos.



Los segundos son los que luchan por mantenerse en Primera División, esperan los partidos ante los grandes para salvar el año (obtener dinero llenando su estadio, y por ahí, escribir alguna epopeya ganándole a un rival visiblemente superior), y los que venden a sus "estrellas" a los equipos "grandes" de sus ligas (en algunos países pareciera ser una herejía vender directamente y sin escalas a algún equipo del Viejo Continente).

Sin embargo, con la llegada del nuevo milenio, las cosas tomaron un rumbo distinto en Sudamerica. Los chicos se cansaron de vivir bajo la sombra de los "poderosos", y en más de un caso le "faltaron el respeto" a los grandes. Así, hay que ver que en Argentina, actualmente no resulta raro ver campeón a Estudiantes de La Plata o Lanús, o que River Plate tenga una racha de 3 años y medio sin títulos (su última vuelta olímpica fue en el Clausura 2004).



Por si fuera poco, equipos como Tigre, Banfield o Argentinos Juniors son protagonistas, mientras que un histórico como Racing Club está severamente complicado con el descenso. Aunque lo bueno es que uno de los elencos más tradicionales del Río de la Plata volvió a Primera por todo lo alto: Nos referimos a Huracán de Parque Patricios, que retornó después de 4 temporadas en la "B".



Pero lo que padeció el "Globito" no es exclusivo de los "quemeros", ya que en Brasil, Corinthians, el segundo equipo con mayor cantidad de torcedores de dicho país, acaba de descender al Brasileirao B, situación que sufrieron años anteriores equipos de la talla del Fluminense, Palmeiras o Gremio de Porto Alegre.



Chile no es la excepción, pues el reinado de la U. de Chile y la U. Católica parece haber llegado a su fin, con el "rebrote" del Cobreloa de Calama y la Unión Española, además de la irrupción del Audax Italiano. El único "grande" del país mapochino que parece estar a la altura es Colo Colo, aunque con la partida de sus principales figuras ha decaído tremendamente su nivel.



En Colombia, el ignoto representativo de La Equidad es el primer finalista del campeonato cafetero, luego de ganar el grupo donde compitió con Tolima, Pasto y Chicó (¿?), mientras que algunos elencos representativos como Millonarios, Independiente Santa Fe o el Junior de Barranquilla siguen alargando la cantidad de años sin ganar la corona de su país.

En Uruguay, debemos resaltar que del 2000 en adelante, Peñarol solo ganó un título (2003), ya que Nacional (el otro gigante del balompie charrúa) ha tenido en Danubio, Defensor Sporting, e incluso el humilde Rocha, a sus rivales más complicados en la lucha por el campeonato (es más, este año, Danubio ganó el Apertura y Defensor el Clausura).



Por su parte, en Paraguay, Libertad le ha arrebatado el protagonismo a Cerro Porteño y Olimpia, ganando 4 títulos desde el 2000 (último año en que campeonó el "decano"), y esta campaña, está disputando ante el Sportivo Luqueño por consagrarse como el mejor del 2007.

En Perú, la situación no varía mucho, pues si bien Alianza Lima y Sporting Cristal han aprovechado la decaída del equipo más veces campeón de dicho país, Universitario de Deportes, para repartirse los títulos desde el 2000 (año en que la "U" dio su última vuelta olímpica a nivel nacional), equipos como Cienciano, Bolognesi de Tacna y Alianza Atlético de Sullana empezaron a ganar protagomismo participando de torneos internacionales (incluso Cienciano ganó la Sudamericana del 2003), y este año, San Martín se quedó con el Apertura, mientras que Bolognesi es el puntero del Clausura a falta de una fecha para el final del certamen.



En Bolivia, La Paz Fútbol Club y San José de Oruro disputan el título del Clausura, buscando una final nacional ante Real Potosí, monarca del Apertura, dejando atrás, muy atrás, al Bolívar, The Strongest y Jorge Wilstermann.

Si a eso le sumamos algunas "perlas" como la del Once Caldas de Manizales en la Copa Libertadores 2004, o la del Arsenal de Sarandí en la Sudamericana 2007, estamos ante la certeza que se emparejó el balompie sudamericano, aunque la primera pregunta es ¿se igualó para arriba o para abajo?. Y luego debemos preguntarnos, ¿por qué sucede este "fenómeno" en nuestro continente?



Ante esta segunda interrogante, yo tengo una respuesta inicial, que puede o no compartir, amigo lector. Considero que la partida a Europa de jugadores jóvenes y talentosos (cada vez en mayor cantidad) hace que nuestros campeonatos se descuiden, se queden sin "futuras estrellas", y los clubes grandes, en vez de apostar e invertir en sus divisiones menores, buscan contratar a algún futbolista mediático (por más que ya esté en los descuentos de su carrera), para que la gente esté contenta... y no reparan en que la máxima alegría de los hinchas es dar la vuelta olímpica.