jueves, febrero 07, 2008

Del Diego y otras hierbas

Debo admitirlo, nunca me gustó dejarme llevar por la corriente. Desde siempre, intenté dejar en claro mi postura sobre determinados temas, por más que no sean todo lo "populistas" que deberían. Ejemplos de ello es que nunca me llamó la atención Star Wars o El Señor de los anillos, que prefiero las canciones en español que las de inglés, que no me gusta bailar, y que hablar de autos no me apasiona ni me toma más de cinco minutos... ¡al año!

En el fútbol, hay varios casos que son igual de "sorprendentes". Por ejemplo, desafiando la influencia de medios como Fox Sports (que solo son Boca Juniors y River Plate, en ese órden), me declaro hincha a muerte de Huracán de Parque Patricios (el popular "Globito", el "sexto grande"). Por si fuera poco, no me dejo arrastrar por el "efecto Bayern Munich", y en la Bundesliga, sigo fielmente al Hamburgo (Ojo, esto es desde antes que juegue Paolín lin lin... mi pasión por "los dinosaurios" va desde que Alex Rissi transmitía fútbol alemán, si mal no recuerdo, en canal 7).

Pero sin duda, uno de los hechos más polémicos es que a mis 24 años de edad no me he dejado enamorar, o engatusar (como Ud. prefiera) por Diego Armando Maradona. Sé que muchos dejarán de leerme con lo que he mencionado, otros me estarán insultando, y alguno que otro me hará saber su desaprobación con un comment (o lo que es peor, con la indiferencia). Sin embargo, es algo que se mantiene firme en mí, que ha ido creciendo con el paso del tiempo, y que hoy ha salido a la luz.

No seré mezquino a la hora de hablar de uno de los jugadores más talentosos de todos los tiempos (Ojo, uno de, no el número uno), pues sus hermosos goles y sus logros son la mejor presentación que podría tener, la de un crack, sin duda (a pesar que su físico no indicaría a primera vista que se trata de uno de los más virtuosos exponentes del deporte rey). Sin embargo, el "Pelusa" siempre tuvo la capacidad de borrar con sus actos lo bueno que realizaba con su pierna izquierda; una facilidad asombrosa para convertirse en su propio enemigo.

No me centraré en los hechos extra deportivos del Diego, porque sino sería interminable el post. Pero quiero dejar en claro algunos acontecimientos por lo que no me dejé "encantar" por el "Diez".



- He visto muchos partidos intrascendentes de Maradona (digamos que desde el Mundial de Italia 90 en adelante... justo la época que más me marcó como espectador de fútbol).

- Haciendo la eterna y absurda comparación con Pelé (cada uno fue un adelantado y referente en su época), me inclino por el brasileño, porque era más completo (hacía goles hasta de cabeza), era más elegante (siempre hacía lo que quería), y hacía jugar a los demás. Seguro alguno me dirá que para ver jugar a Pelé debo recurrir a los videos... pues les comento que para ver jugar bien a Maradona, también tengo que hacer eso.

- En más de una ocasión, Maradona le jugó en contra a su equipo (y a su legión de hinchas), haciéndose expulsar tontamente, o ganandose suspensiones por su vicio... y luego, con decir "la pelota no se mancha", cree que todo está solucionado.

- Es un mal deportista. Cuando muchos (incluyéndome) nos sorprendíamos gratamente con sus disculpas a los ingleses por el mal llamado "Gol con la mano de Dios", el Pelusa tuvo que demostrar su "gran poder de autocrítica" para decir que nunca había pedido perdón, y que estaba orgulloso de haber engañado a los amantes del deporte rey con dicha acción (Bien dice Peter Shilton, arquero de Inglaterra que sufrió tal acción, que si Pelé habría hecho eso, ni bien acababa el encuentro pedía disculpas públicas... No esperaría 22 años para hacerlo... aunque ni eso sucedió).

Como dije antes, no voy a negar las indudables condiciones de Maradona, tanto en el campo del fútbol como en el del marketing, aunque conmigo no dio resultados (felizmente).



Sin embargo, hay otros hechos que me ponen a la par de mucha gente, pues me encanta el ceviche - como casi toda la comida peruana -, soy un cinéfilo empedernido, amo Los Simpson, escucho Soda Stereo, y admiro a Róger Federer (como deportista y persona). Y en el campo netamente futbolístico, soy hincha de Real Madrid, Inter de Milan o Liverpool de Inglaterra, como tantos mortales... ya que como se dice en el barrio, "son cosas del fútbol"... y claro, aquí "la pelota no se mancha".

2 comentarios:

Lu dijo...

Muy buen Post Carlos!... sobre todo porque lo entiendo todo sin necesidad de ver fútbol a diario, ni semanal, ni mensual, ni anualmente. Debo admitir que veo partidos sólo cuando tenemos la de ganar (te imaginarás cuántas veces, ni contra Bolivia ja!) o cuando hay penales y escucho a los del 4to piso gritar (al día siguiente todo el mundo hablará de eso y no hay que hacer roche). Una cosa que tengo tatuada en mente sobre uno de mis fugaces viajes internacionales fue ver pelear a un argentino y un brasilero por fútbol. Contienda cultural, racial y social finalizada por un: "Si Maradona es el Rey... Pelé es Dios".

LIVIA dijo...

este...y un nuevo post? el amtri te tiene fuera de la blogósfera se te extraña pe