lunes, setiembre 24, 2007

Jugó, luchó y ganó

23 de setiembre del 2007, día histórico para el tenis peruano. Luchito Horna, muchas veces endiosado y otras tantas vapuleado por la siempre dura prensa nacional, se convertía en un verdadero héroe, luego de vencer en un infartante encuentro a Max Mirnyi, número uno de Bielorrusia y 95 de la ATP, dándole al país el pase al Grupo Mundial de la Copa Davis por primera vez en su historia.



No voy a treparme al triunfo, aunque debo decir que lo deseaba con todo mi corazón. A lo largo de mi experiencia como amante del tenis, debo decir que Luchito Horna no es mi jugador favorito ni se acerca a serlo, aunque siempre quiero que le vaya bien, ya que es un compatriota. Y esta vez, para no ser la excepción, nuestra principal raqueta nos hizo sufrir y hasta renegar con sus errores no forzados y sus "lagunas" en pleno encuentro, aunque finalmente logró el objetivo, y Perú está entre las 16 mejores selecciones del mundo.

Ante Mirnyi, fue un partido típico de Copa Davis, con mucho nerviosismo y ansiedad de ambos, lo cual provocó reiterados errores no forzados entre ambos. Incluso, el bielorruso sorprendió con excesivas dobles faltas a la hora de sacar, aunque luego nos callaba la boca con uno que otro "ace".

Al final, Horna pudo sacar adelante el encuentro y el país festeja. Aunque hay que resaltar que el triunfo no sólo fue del 85 de la ATP, ya que lo realizado por Iván Miranda también es digno de subrayar (obtuvo el primer punto nacional, al vencer al propio Mirnyi en el juego inicial, hazaña que más de uno dudaba), así como las decisiones del capitán Jaime Yzaga, que empezó a ganar la Eliminatoria al elegir el Rinconada Country Club como sede del duelo, por su pesada cancha de arcilla.



Como adelanté, Horna no es de mi agrado tenísticamente hablando, pero por ello no voy a dejar de reconocer algunos de sus logros, que no son nada sencillos de lograr. Por ejemplo, junto a Yzaga, es el segundo peruano en mantenerse por cinco años consecutivos entre los 100 mejores de la ATP. Asimismo, hay que resaltar que en 30 partidos por Copa Davis, solo ha perdido 5, lo cual habla que es más copero que una figura del ranking profesional.



Hoy, todos aplaudimos a nuestros muchachos, y cualquier elogio quedará pequeño, pues lo que consiguió este equipo no lo pudieron lograr tenistas de la talla del propio Yzaga, Alejo Aramburú, Pablo Arraya o Carlos Di Laura. Es tiempo de festejar, y bien merecido lo tienen. Cómo dijo Horna al final del partido, "ni el título de Acapulco, ni el de Viña del Mar, ni siquiera haberle ganado a Federer se puede comparar con este logro". Y tiene razón.

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