Michael Owen es, a los 25 años, uno de los pilares de su selección. En 1998 debutó en el conjunto inglés, con sólo 18 años y nada menos que en un Mundial. No defraudó. En dicho campeonato, Owen sorprendió al mundo con su juego vistoso, su velocidad explosiva y su exquisita definición. Ante Argentina, en Octavos de final, marcó uno de los goles más lindos de la Copa; sin embargo, no bastó su talento ni su golazo y fueron eliminados por los rioplatenses en penales.
Este primer revés no se trajo abajo al “niño maravilla” de Liverpool. Siguió jugando y encantando, tanto en Liverpool como en la selección, al punto que los mejores clubes de Europa lucharon por contratarlo. Algunas versiones decían que el Milán italiano llegó a ofrecer 30 millones de euros por la joven promesa, cifra récord para la época, aunque a él nunca le interesó abandonar a su querido Liverpool, con quien ganó la Copa Uefa el 2001 (año en que también ganó el Balón de Oro) y donde ha anotado más de 150 goles.
Sin embargo, cuando Real Madrid le ofreció ser parte de los “Galácticos”, Owen no pudo negarse, y con el dolor de su corazón abandonó su hogar de siempre, el estadio de Anfield, para llevar sus goles al Bernabeu, donde los “ultras” merengues ya le han guardado un lugar de su corazón.
En la actualidad, este rubio atacante es titular indiscutible y pieza fundamental tanto en la selección dirigida por Sven Goran Ericksson como en el Madrid, que lo ha declarado intransferible, pese al interés del Manchester United.
